Pazo de Leis (Soesto - Laxe) (Palacio)

Xaquin Vidal

EL PAZO DE LEIS (SOESTO - LAXE): Está situado a un lado de la carretera AC-433 de Laxe a Camariñas, un poco después del marco Kilométrico 3; ocupa una terreno de gran superficie que se extiende hasta la ladera del monte de la zona oeste. La fachada de la mansión, entre dos palmeras, es fácilmente observable a través de la reja cercada por un alto muro de piedra. ES UNA PROPIEDAD PRIVADA NO VISITABLE SI NO SE TIENE LA AUTORIZACIÓN DE LOS DUEÑOS. Estamos probablemente ante uno de los mejores pazos de la Costa da Morte, y de los más completos, pues además del edificio en sí, cuenta con unos bonitos y bien cuidados jardines, un palomar y mismo un riachuelo (el regato de Soesto). Se construyó en varias etapas, siendo las principales las de los siglos XIX e XX; queda poco de las anteriores. Es un edificio de planta en forma de –U-, con un patio interior en la parte oeste. Las tres alas del edificio son de dos alturas, excepto la llamada torre del ala sur, en el centro, que es de tres. La construcción es toda de piedra de granito, con buenas piezas de cantería. La cubrición es a dos aguas, a no ser en la torre del lado sur que es de cuatro. Posee tres chimeneas. El escudo –timbrado con un yelmo empenachado- cuenta con un único motivo: un pino y cinco lanzas, emblema tanto de los Posse como de los Leis. El espacio ajardinado (con árboles, arbustos, palmeras…) de este pazo es de los mejores de la Costa da Morte, únicamente puede competir con él el de las Torres de Romelle. Se supone que este pazo está situado en el mismo lugar que ocupara, segundo documentos del año 1200, una residencia noble en la que en alguna ocasión permaneció Alfonso IX, rey de Galicia y León. Primero los Posse, después los Leis, viejas familias hidalgas y finalmente, los Blanco-Rajoy, de la burguesía ahidalgada, fueron los que se sucedieron en la posesión de este pazo de orígenes ancestrales. La fundación data de 1570 y corrió a cargo de Gonzalo Posse y Vello.

Dolores Pose Vazquez

He nacido ahi a unos metros del pazo

Noelia Pailos Cundins