Miguel Caballero
Aviso para incautos: la puntuación en Google no se corresponde con una cena en miércoles. Absolutamente nefasta.
- Nigiris de atún, 2 piezas 7€: bolas de arroz pasado, pequeñas y con una diminuta lámina de atún de tercera calidad. Bocados insulsos que sólo mejoran con la soja que se le ponga.
- Gyozas de langostino, 4 unidades 7€: masa frita rellena de vegetal (¿espinacas?) con algún trocito de langostino. Encharcadas en aceite y una salsa parecida a la soja.
- Tataki de atún 17 €: cubitos de atún servidos en una copa de cóctel, un abigarramiento de trozos de pescado regado con granos de sésamo de varios colores. El atún maltratado con un soplete por los cuatro costados, absolutamente insulso y de textura gomosa. Sólo se pueden comer mojados en soja.
¿Postre?, no gracias, ya he probado bastante.
Lo mejor de la cena, el agua Vichy, que estaba fría. Pido segunda botella pero el vaso original no lo cambian.
Pides ticket y no funciona la caja registradora.
Nada más salir del local me noto un herpes en el labio. Espero que haya sido por el disgusto durante la cena, no por comida en mal estado.
Lo lamento por las dos chicas que atendían, la camarera y la cocinera, que habrán puesto lo mejor de ellas. Pero le auguro poco futuro al restaurante ya que nadie va a repetir. Hoy he cenado absolutamente sólo en el local, y no me extraña.