maria jose Laborda
Con mucho miedo por ser la primera vez, dejamos a nuestro perro Bolo unos días para poder marcharnos de vacaciones. Nuestra mascota no era "fácil". Es un perro mayor (13 años), diabético y que por este motivo, está completamente ciego y bastante sordo. Precisa de un control exhaustivo, del azúcar y de la administración de insulina inyectable, 2 o 3 veces al día. Requiere de control de azúcar en sangre, mediante la realización de test diario y si está descompensado, más veces incluso.
Para nuestra sorpresa, nos lo admitieron sin ponernos problemas y haciéndose cargo de todas las tareas que precisaba.
Pese a las dificultades de los primeros días, ya que el perro extrañó todo, Judit no ha descansado hasta hacerse con el. Sé que no ha sido fácil para ella, pero lo ha peleado hasta conseguirlo y merece una mención su nivel de implicación, tanto para el bienestar del animal, como para la tranquilidad de dueños. Nos ha proporcionado información diaria, mediante mensajes, fotos y vídeos y eso es de agradecer.
Absolutamente fan de Judit, de su trabajo y de todo su saber hacer. Volveremos sin dudarlo en el momento en el que nos haga falta.
No lo dudéis ni por un segundo. Lo dejáis en unas estupendísimas buenas manos.
Gracias.