I. B.
NEFASTA atención por parte de una de las oficiales de la notaría y ausencia total de empatia con el cliente. Mis padres, han acudido a esta notaría a otorgar testamento esperando, como es lógico, que les informasen y asesorasen acerca de las diversas formas que ofrece el derecho para disponer de sus bienes. La oficial se ha mostrado muy contrariada porque mis padres no sabían muy bien como "funcionaba" esto de otorgar testamento y les ha manifestado que le resultaba muy difícil explicar las modalidades existentes, que el derecho Civil Foral Vasco era "muy complicado" y que a ella le había costado 4 años interiorizar esa Ley y que "a ver qué querían exactamente". Asombro , estupefacción e incomodidad a partes iguales es lo que han sentido mis padres en ese momento. A punto han estado de levantarse y marcharse ante el trato recibido y la actitud de superioridad de la trabajadora de la notaría que les ha hecho sentir francamente mal. Luego ha reconducido la situación y ha hecho lo que tendría que haber hecho desde el principio: informarles sobre las posibilidades y aconsejarles en función de sus circunstancias particulares. Pero el mal trago ya no se lo quitaba nadie. Y ese mal trago (innecesario, injustificado e intolerable) me hace desaconsejar esta notaría a todas aquellas personas mayores que, siendo desconocedoras de la ley en materia sucesoria (como supongo lo es el 99,99% de la población), quieran hacer su testamento.