Francisco Castellano
Hice una gestión de compraventa de vehículo con ellos. Desde el momento de la formalización del contrato hubo favoritismos, e imparcialidad.
Desafortunadamente la señora responsable de este servicio de la gestoría era familiar de la propietaria a la que yo le compraba el coche.
Fue un completo error acudir a esta empresa.
Hecha la gestión y un tiempo después hubo un problema con la antigua propietaria del coche que solo nos incumbía a nosotros dos. Pero la señora que nos hizo la gestión (desde la gestoría, en horario laboral y desde el teléfono de la empresa) se dedicó a meter presión llamándome a mi número personal cuando no tenía nada que ver en el asunto.
Tenía todos mis datos por la gestión que yo hice desde la empresa donde ella trabaja (nombre, teléfono, DNI, dirección e incluso la cuenta bancaria) y aún pagando yo el servicio, se posicionó claramente contra mi llegando incluso a perder los papeles y levantarme la voz al telefono amenazándome con ciertas acciones que supuestamente decía la antigua propietaria del vehículo, y que yo me tenía que creer. (Si, esto desde el teléfono de la empresa, cuando yo no sabía ni cómo se llamaba está mujer, ni podía comunicarme libremente con ella como ella hacía conmigo, pues si yo la llamaba al número de la empresa desde el que me llamaba ella, supongo que el de su despacho, dejaban saltar el contestador de la empresa)
Como método de presión, llegó incluso a exigir a terceras personas, a mis espaldas, información y datos personales míos, que por supuesto, y gracias a otros profesionales de verdad a los que tuve que acudir, no se les fueron facilitados por ser ilegal.
PARA FLIPAR!!
Al final, la antigua propietaria accedió a mis peticiones y contrajo sus obligaciones. Nunca más supe de esta mujer.
Si acudes a esta empresa, olvídate de la profesionalidad.
No le recomiendo esta gente no a mí peor enemigo.