Belen Vega
No les puedo poner menos porque escuchar y ver a mi hija es una maravilla sea cual sea el trato pero la experiencia ha dejado mucho mucho que desear. No es tan difícil tratar bien a unos papis que van con toda la ilusión del mundo a ver a su criatura por primera vez. La primera vez que fuimos, no se dejó ver bien porque estaba de espaldas y no mejoró a pesar del paseo. Nos dieron cita para otra vez que nos pareció genial. En esta segunda cita se vio aún peor y de ahí sacaron fotos en las que no se ve nada. Iba con prisa porque nos habían metido en un hueco y había gente esperando. La de las fotos de esta segunda vez puede ser mi niña, una señora mayor negra, un extraterrestre o un chicle, vamos. El vídeo no está nada currado, son simplemente las imágenes que has visto con la pantalla de configuración y todo. Para llevártelo en pen tienes que pagar aparte.
No te dejan escoger las fotos. Nos dieron 3 en las que se ve distorsionada la cara...
En cuanto al trato, la chica de la recepción es tremendamente seca y apenas te mira cuando te atiende. Por teléfono ya ni hablamos. La que hace la eco es algo más amable pero sigue pareciendo que tienen una tienda de patatas en vez de un ecografo emocional.
No volveremos aunque nos lo regalen. Hay que ser un poco más empaticas para atender a los papis.