Jose A. Sanchez
Un trabajo muy poco fino y una manera de trabajar poco exigente con los protocolos bastante poco ajustados es mi opinion después de la experiencia que he tenido en las últimas semanas. Os la cuento y juzgais vosotros mismos.
Dejé mi coche en el taller la tarde de un jueves, el día antes de la cita concertada, para diagnosticar una pequeño ruido con el motor en ralentí. Les dejé bien explicado que, siendo un coche de trabajo, me iba a costar dinero cada día que pasara el coche en el taller. Ellos me dicen que puede haber problemas con el suministro de piezas de recambio debido al Brexit. El viernes me llaman para decirme que no han dado con el problema, que necesitarían continuar el lunes (4 días de trabajo perdidos).
El lunes me presupuestan el ruidito en unos 2.300€, al coche hay que cambiarle el volante de motor y el embrague. Tengo trabajo fijado para los días siguientes, al recoger el coche me dicen que con esas piezas no hay problemas. Al ir a llevarme el coche noto que hay unas rozaduras nuevas en al pintura del parachoques trasero. Me dicen que no me preocupe, que lo arreglan, pero no se les ocurrió decirmelo ellos antes de que yo lo viera. Si me lo llevo sin verlo ese arreglo lo pago yo.
Cojo cita para el jueves de la siguiente semana. El miercoles me llaman para decirme que una de las piezas no ha llegado, que no lleve el coche. (2 días más perdidos de trabajo porque no había cogido clientes para esos días, hubiera sido mejor que me hubieran dado una cita con mayor margen para asegurarse no tener problemas con el suministro de piezas)
Cojo nueva cita dos semanas después. La tarde antes del miercoles acordado les llevo el coche. El viernes por la mañana me llaman para decirme que unos tornillos se resisten y ahi que cortarlos y pedir unos nuevos. Me dicen que llegarían el viernes, muy probablemente a tiempo de terminar de arreglarlo ese día. Llegan demasiado tarde por supuesto y el coche se queda alli hasta el lunes. (6 días más perdidos de trabajo). Acepto que lo de los tornillos es un problema sobrevenido.
El martes voy a recogerlo por fin. La avería parece arreglada, el ruido se ha ido aunque me ha costado unos de 2.200€ (sin contar claro los 12 días de trabajo perdidos). Al poco de montarme e irme me tengo que volver porque no han reajustado las ventanillas y no abren bien. Me vuelvo. Me lo miran y me vuelvo a ir. Tengo que volver de nuevo porque seguían igual. Por fin sale el mecanico experto y me lo arregla. Si esto de las ventanillas es algo habitual al desconectar la batería ¿cómo es que no lo solucionaron antes de dar el vehiculo por arreglado?
En resumen, una experiencia diferente a la que había tenido en otros concesionarios de Land Rover. Hago esta crítica en sentido completamente positivo, con intención de que revisen y mejoren sus protocolos y atención al cliente.