Jaime Cuesta Lozano
Reservamos para cenar, nos sentaron en una buena mesa, a primera vista el local es muy bonito y elegante, tiene un diseño cuidado desde la entrada, terraza y el interior del local. Es elegante en tonos y colores agradables, sin duda se nota que cuidan los pequeños detalles, el interior del comedor esta vestido con botellas de vino en diversas alturas que le dan un toque moderno al sitio, aportando mucha clase, puedes ver buenos acabados en materiales, cobres, cerámicas bonitas, tonalidades tierra efecto bodega, las sillas y mesas son hermosas y cómodas, el local transmite claridad, nitidez, es un espacio que envuelve al comensal con un ambiente muy agradable que hace que te sientas cómodo, buenas sensaciones.
Entrantes:
De la carta de entrantes pedimos una de croquetas cremosas, estaban exquisitas y con una textura perfecta, luego nos trajeron ensaladilla Thai de langostinos con ajo blanco con un toque de aceite de plancton. ¡Todo Excelente!
De segundo:
De la carta de segundos, pedimos Lubina salvaje a la brasa, tenia un sabor y cocción perfecta, sin mucho adorno, menos es más, la disfrutamos mucho y solo he de decir que la lubina estaba en su justo punto, calidad.
Postres:
Pedimos TARTA DE QUESO AL ESTILO “ZUBEROA” y Torrija de pan brioche caramelizada, estaban buenísimos los dos postres, en especial la torrija, me encanto.
Servicio:
Nos atendieron muy bien, rápidamente, son atentos y profesionales en el servicio desde que entramos al local, reservamos por tlf y nos dieron una mesa muy agradable en buena situación.
Conclusión:
Fue lo esperado, si buscas un sitio para algo especial es recomendable, una buena experiencia gastronómica en Logroño.