Syncar Automotive
Fuera protocolos, los únicos protagonistas son los sabores, la rapidez en el servicio y la buenisima atención.
Después de muchos años viendo a camareros con uniformes ridículos e incómodos, llegas a un lugar donde te reciben con ropa normal y cómoda para poder trabajar agusto, el trato que recibes es cercano y amable, no cogen reservas asique llegas te saludan y te dan de cenar. Comenzamos con un fabuloso Steak tartar, sin adornos en el plato (lo bueno no hace falta decorarlo), después nos trajeron unos tacos de cochinita pibil que ni en el mejor mejicano de la cuidad, y una costilla al horno con base de pure de patata exquisita. El detalle de la noche fue el de uno de los chicos que nos atendió de pelo rubio que al servirnos un plato nos leyó el pensamiento de que queriamos más vino y sin nosotros pedirselo se acercó y nos lo ofreció, estos son los detalles que marcan la diferencia y que hacen que te des cuenta de que lo importante no es que vayan vestidos con pajaritas incómodas, sino que esten a gusto para que brillen en su trabajo. Terminamos la velada con un postre, una tarta de queso muy rica pero que no le llega a la del Restaurante Cañadio por poco.
Sin duda volveremos a disfrutar con vosotros y con vuestras nuevas ideas de lo hostelería moderna y atrevida.