Teresa G. Lopez
Nefasta elección: se marchó de la obra y se quedó con el dinero
Contraté con ellos la reforma integral de mi piso, para lo que tuve que entregar un anticipo de 8.341,78 € que se abonaría a cuenta de la certificación final.
No tenía referencias directas de la empresa pero me guié por el hecho de que tenían dos tiendas físicas en Sevilla, con trabajadores en plantilla; y el presupuesto que me dieron sin ser el más barato, tampoco era de los más caros. Julio se vendió muy bien, asegurándome que no iba a tener ningún problema con ellos, que todos sus clientes quedaban encantados, incluso que me iba a salir más barato de lo que me habían presupuestado, etc,….
Pues bien, mi experiencia no ha podido ser peor.
- Una vez ejecutada y pagada la demolición, al poco de empezar con la fase de construcción, Julio decide unilateralmente romper el contrato y abandona la obra. Eso sí, con la demolición ya pagada (cerca de 6.000 €), además del dinero del anticipo en su bolsillo (más de 8.000 €).
-Dos semanas después de estar dándome largas, tras requerirle por burofax, me envía por mail una factura de liquidación del contrato -a mi juicio inaceptable- junto con un documento de resolución, en el que doy mi conformidad y renuncio a ejercitar acciones contra ellos. Me dice que firme y me harán la transferencia del saldo resultante, -que cifran en 2.850 €-, esa semana.
Les contesto que no voy exigirles continuar la obra, pese a que estaban obligados por contrato, ya que tras lo sucedido mi desconfianza hacia ellos era total. Pese a todo, me muestro dispuesta a firmar una resolución de mutuo acuerdo para evitar mayores conflictos, pero dejando claro que no voy a firmar una renuncia a mi derecho a ejercitar las acciones legales que me corresponden, exponiéndole los motivos por los que no estoy conforme con su ultima certificación (me incluyen supuestas demoliciones adicionales, cuando la demolición estaba enteramente pagada, precios injustificados por unidades incompletas…) El importe que me cargan es aproximadamente lo que ellos me habían presupuestado por todo el capítulo completo de albañilería, cuando no habían hecho casi nada. Además les pongo de manifiesto que han dejado daños en la propiedad y defectos de los que deberían hacerse cargo, y le doy traslado de las quejas de un vecino, que afirma haber sufrido goteras y grietas a raíz de la demolición.
-Tras dos meses de espera sin recibir ninguna respuesta ni la transferencia de la liquidación, me presento en la tienda para que me den una explicación y me paguen la parte que reconocen en la liquidación. Como había clientes en tienda, Julio da la excusa de que el dinero está depositado en su abogado y que éste se puso en contacto conmigo, lo cual es absolutamente falso.
-A la semana de esa visita, recibo por primera vez un correo de su abogado, en el que dice que la liquidación es la que se presentó en su día, que no se va a pagar nada más, y que incluso está a mi disposición??!!!, que con eso da por contestado mi requerimiento. Que me abstenga en lo sucesivo de acudir a la tienda a reclamar, incluso me amenaza con demandarme por violar su intimidad.
- Me pongo entonces en contacto directamente con el abogado para que me paguen la liquidación e intentar llegar a una solución sin tener que ir a juicio, sin ningún éxito. El abogado niega tener en depósito el dinero de la liquidación, como era de imaginar, me dice que no se responsabiliza de nada de lo que diga su cliente, y que él le ha dicho que me haga la transferencia, que le volverá a insistir.
Pues bien, ya han pasado más de 6 meses desde que se marchó de la obra y no he recibido ni un céntimo del anticipo que entregué, ni siquiera la cantidad que recoge en la liquidación.
He dudado mucho si dejar esta reseña, no me resulta agradable, pero creo que cuando suceden cosas de esta gravedad con empresas que se anuncian por internet estamos en el deber de hacerlo, y si mi experiencia le sirve a alguien para evitar una pesadilla similar, me doy por satisfecha.