María Jesús Martínez Díaz
Hicimos una ruta a caballo con una chica, la profesora de allí. Eramos cuatro personas para una ruta de una hora, hasta ahí todo bien. Lo peor llega cuando tenemos que ensillar, y digo tenemos porque a mi me hizo ensillar, pago para ensillar y hacerle también su faena. No se aclaraba con absolutamente NADA. No sabía donde estaban las sillas de cada caballo, las cabezadas las cogía al tuntún,igual que las cinchas.No paraba de repetir ''madremía, yo sola en una ruta con CUATRO, a saber qué pasa'', pues chica, menuda tranquilidad que transmites. Y para colmo, deja a la gente que no sabe montar COMPLETAMENTE SOLOS CON LOS CABALLOS YA ENSILLADOS esperando media hora a que saliesen a pista para la clase de conducción. Me parece lamentable la organización. Añadir que la ruta estaba programada para las 10.30 y salimos a las 11.40 y lo que pensaba que iba a ser una ruta por algún campo aunque fuese un caminito fue todo por asfalto, intentando evadir los coches que venían y no disfrutamos mucho la ruta. Luego , a mitad de la ruta se puso a hablar por el teléfono con alguien diciendo ''es que una se me ha mareado y se ha bajado del caballo''. Hablar así de mi amiga, a nosotros nos ha sentado mal.Sin duda alguna, no repetiré para nada. Pongo una estrella porque los caballos eran un amor y preciosos y la hípica está muy bien cuidada.