Alex Obregón
Llevábamos semanas buscando muebles por la reforma de la cocina que queríamos realizar, conocimos Mobalpa Alcorcón de casualidad, al salir de otra tienda de muebles y decidimos pasarnos a ver…
Según entras, el ambiente muy acogedor, la tienda muy bien decorada y el personal muy atento, nos atendieron incluso sin tener cita previa cogida.
El proyecto que nos diseñó Flori parecía una lectura de nuestra mente plasmada en medidas y muebles; te escucha, te entiende, se desvive, prepara alternativas, en fin, una maravilla. Una vez cerrado el diseño es donde entra Carlos, el director, otra maravilla de persona, para ajustar precios.
Son ellos, en concreto ella, en lugar de terceras personas, la que se acercó en persona a casa a fijar mediciones con el jefe de obra, alturas, distancias, donde van los enchufes, las luces, etc. para que quede todo tal y como se ha establecido en el proyecto.
Ante cualquier contrariedad enseguida encuentran una solución. Por temas del Covid ha sido muy difícil conseguir que los muebles estuvieran cuando los necesitábamos, pero lo han conseguido.
También, el día de la instalación, es ella la que se pasa por casa para supervisar la misma. Eso da mucha confianza, la verdad.
Por desgracia, ha habido algún defecto en la instalación y muebles “tocados”, los cuales se han reemplazado lo más rápido que se ha podido, sin costes adicionales ni excusas ni reproches, directamente se han cambiado.
Pues eso, no les conocíamos, no habíamos oído hablar de Mobalpa en la vida, pero esa visita sin pensar ese día ha hecho que la cocina de nuestros sueños la hayan montado ellos.
Hemos acabado encantado con todos los que trabajan en Mobalpa Alcorcón, muchas gracias, chicos.