Juan Mayoral
ABADIA CISTERCIENSE DE CAÑAS. LA RIOJA. Un cuerpo incorrupto desde hace más de 750 años. Una reliquia del “Lignum Crucis”. Vidrieras de alabastro en vez de cristal. Herraduras del caballo de Santiago Apóstol. Sin duda un lugar “Singular” a las par que impresionante. Son algunas de las peculiaridades que podemos encontrar en esta abadía de la congregación de monasterios de monjas cistercienses de San Bernardo. El ”Cister femenino”. La orden del Císter procede de una reforma producida en 1098, dentro de la orden Benedictina, en un afán de volver a un cumplimiento más austero de la regla de Benito de Nursia, al amparo de su ciudad condal de Nájera. En 1170 las monjas se trasladan a Cañas El Monasterio de Santa María de San Salvador de Cañas, municipio de La Rioja. Es también conocido como el monasterio de la luz. En el ábside de la iglesia todos los ventanales son de alabastro dotando al recinto de una peculiar luminosidad. También el contraste es visible desde el exterior. El gran retablo renacentista obra de Andrés de Melgar y Guillén de Holanda fue mandado construir por la abadesa doña Leonor de Osorio hacia el 1523 a modo de tríptico,
La parte que más impresiona es una sala dedicada a los sepulcros y donde se encuentra la tumba de la cuarta abadesa del Monasterio, Doña Urraca López de Haro y Ruiz de Castro, Reina consorte de León por su matrimonio con Fernando II de León (su tercera mujer), con el que tuvo dos hijos. Hija del Conde de Vizcaya y de la Condesa Aldonza que fueron los fundadores del Monasterio de Cañas en 1169. La “Beata doña Urraca”, tras su muerte, alrededor de 1262, fue enterrada en una tumba de piedra. El Sepulcro datado en 1272 es una obra maestra del arte gótico funerario Español. Esculpido por del maestro Ruy Martínez de Bureba. Los diferentes biógrafos no se ponen de acuerdo en cuanto a la época en la que vivió. (1192-1262) (fuente Wikipedia). Hoy día está considerada como Beata por la Iglesia Católica. La última vez que se abrió su sepulcro en 1938 su cuerpo permanecía incorrupto.
La abadía ha sido pionera en la iluminación con fibra óptica en los dos museos que posee: la Sala de Reliquias que contiene cuatro grupo de colecciones que van desde el año de la fundación del monasterio hasta el siglo XX. Entre las numerosas piezas sobresale una caja hispanomusulmana de los siglos XI y XII de procedencia cordobesa; Además, están las herraduras del caballo de Santiago Apóstol, que recogería Diego López II de Haro en la batalla de las Navas de Tolosa y entregaría a su hermana la beata Doña Urraca. También hay varias calaveras de alguna de las once mil Vírgenes, un trozo de la cruz de Cristo o Lignum Crucis, las reliquias de los mártires de Cardeña de 1609 y la de Santa Engracia de Zaragoza fechada en 1694 y el museo de la cilla o almacén, en el que se han instalado diversos retablos que existían en las iglesias, tallas, relieves y pinturas de singular interés.
La comunidad de monjas cistercienses que habitan ininterrumpidamente el monasterio desde su fundación se dedica al trabajo manual y a la oración. Decoran porcelana, elaboran dulces, confeccionan rosarios y tienen una pequeña hospedería. (Fuente : Turismo de la Rioja.)