Fabian Gomez Lopez
Una clínica con una estética muy clásica. El blanco nuclear nunca falla en la sanidad privada. Color luminoso que permite ver a simple vista la pulcritud del lugar.
La atención es cálida y agradable. Sabes que te van a tratar bien y aunque hay quien dice "Es normal que lo que quieren es cobrar", cobrar queremos cobrar todos y no siempre dan un servicio de una buenísima calidad como el que me han dado aquí.
Mi hermana mayor, ex-alumna del Dr. Fandiño me recomendó acudir a esta consulta por una úlcera corneal que de la noche a la mañana, por no tratarla correctamente, se abrió muchísimo y que me tuvo en el suelo con muchísimo dolor toda esa noche. Acudí a la clínica ese mismo día y en cinco minutos me dio varios posibles diagnósticos que fue descartando con diferentes pruebas hasta dar con el correcto. Me puso un poco de anestesia y una lentilla terapéutica para proteger el ojo y medicación para evitar mayores complicaciones con revisiones durante un tiempo hasta que la úlcera se cerró por completo. Puede que la doctora Sandra Silva aparente físicamente que acaba de salir de la carrera pero para nada porque se nota que tiene experiencia y sabe de lo suyo.
Evidentemente, al terminar el tratamiento tuve que pagar las facturas de las consultas y el tratamiento y la verdad que pensé que se habían equivocado en el precio porque pagué poquísimo para la calidad del servicio y la cantidad de consultas a las que acudí.