Paula Nogales Romero - Canarias
La residencia se encuentra en la octava planta de un edificio con accesibilidad para personas con movilidad reducida (rampa en condiciones, en el zaguán, y amplio ascensor). Decoración de habitaciones y zonas comunes de la residencia-pensión: tipo juvenil, habitación con escritorio, y armario de dos puertas con dos cajones. Pasillos anchos, puertas ídem. Protocolos anti COVID. Limpieza diaria. Lo que ves en la web es lo que encuentras, y más. Excelente relación calidad/precio. Aspectos positivos:
La amabilidad del personal, el servicio diario de limpieza y cambio de toallas y sábanas (es una pensión), la flexibilidad que nos ofrecieron para nuestro check in y check out ,a horas que no eran las habituales, porque nuestro vuelo a casa, a Canarias, o bien venía o bien salía a horas intempestivas; las ganas de agradar (por ej., yo solicité más almohadas cuando hice la reserva); los consejos para movernos por Santiago; la ubicación en una zona llena de comercios, cafeterías y supermercados, a diez minutos de la zona monumental o antigua. Los otros clientes ni se notaba que estaban, la verdad es que espero no haberlos molestado yo, yendo a la habitación de mi hijo a ver cómo estaba. Alquilamos dos habitaciones sencillas contiguas. Sabíamos que no había aire acondicionado ni secador (llevé uno pequeño); los ventiladores quizás podrían renovarse. El calor nos pilló desprevenidos. Pero la maravilla es que en Galicia por la noche la temperatura baja. Ah, la neverita y el WIFI, que iba de maravilla, dos puntazos.
Negativo: Mi baño era muuuuy pequeño, lo cual en sí no es malo, pero, como no soy muy delgada, para poder acceder al inodoro, tenía que meterme, literalmente, en el plato de la ducha, cerrar la puerta del baño, escurrirme, sentarme, y vuelta a repetir la operación para salir :D Así varias veces al día. Por las mañanas olía fuerte a bajantes de tuberías. El baño de la habitación de mi hijo era de tamaño normal, pero se atascó el inodoro el primer día. La pensión era tranquila, excepto cuando alguien, en cualquier lado, abría un grifo. Creo que la fontanería es un punto débil. Sin embargo, el agua salía con fuerza y a temperatura ideal en la ducha. Me hacía gracia lo del baño que me tocó. Tenían estantería de tres baldas en el mismo, para colocar todo lo que te dé la gana, y un enchufe. Otra cosa que podría sugerir es que en verano cambien el relleno del nórdico por uno más ligerito, pues o dormías solo con sábana, o te tapabas con tremendo edredón y acababas sudando. Pero eso lo puede solucionar una misma. Resumen: Está todo muy bien.