Javier Solar
Un momento, una llamada, una carencia...
No hay día que quede con mi pareja y no le lleve una piruleta (no por su sabor, sino por su mensaje)...
Que hago ahora???? Paso por delante de un tienda de gominolas y pienso...aquí. Enseguida me doy cuenta de que más abajo se encuentra este local y decido acercarme.
Respiro ondo y entro...en ese mismo momento paso de mis treinta y diez a los aún no diez años de inocencia.
Se me ponen los ojos como platos...mi cuerpo se pone hipoglucémico...al lado hay una farmacia que vende antidepresivos pero mi cabeza pide otra clase de antídoto para los malos momentos.
Muy amablemente y de forma excepcionalmente profesional me recibe Isabel...le expongo cada una de mis dudas obteniendo a cambio un montón de soluciones e información...hoy quiero esto, pero gracias a ella mañana vendré a por aquello (algo más que un poco de chocolate, algo más que un pequeño detalle, algo más que un detalle personalizado...)
Paseas por el local, que aunque de medias austeras, no deja de sorprenderte y de darte ideas de futuro para una sorpresa.
Iluminación y temperatura idónea para el consumidor, a dos pasos y tres sestercios de la Rúa do Franco y a medio paseo sin gota de sudor de la catedral.
Volveré???? Sin duda ya que se ha generado una necesidad que no existía hasta hoy.
Como ya comenté, si quieres una caja de antidepresivos...al lado tienes una farmacia, pero si lo que quieres es que no se te quite la sonrisa de la cara con un buen y bonito pedazo de chocolate...este es un sitio ideal.
En cuanto a precio??? Que es caro???? Que es barato??? El eterno debate de los bolsillos para quien lo quiere todo regalado...no es mi caso...la felicidad tiene un precio, cuanto vale la tuya?
Para todo lo demás...Google Maps.
Un saludo a tod@s