ByPep
Me explicaron que la forma de saber si un restaurante salvadoreño tiene buena cocina es probando sus pupusas, el plato más querido y conocido del país.
Pues bien la primera vez que fuimos nos pedimos unas pupusas revueltas que estaban de rechupete; visto el éxito seguimos con un buen tamal de pollo y una yuca frita con chicharrones y encurtidos. ¡Espectacular! Pero lo que ya nos pareció impresionante es enterarnos que todo es casero… hasta la horchata!!! Compran los cereales, los tuestan, preparan la bebida… con razón es la mejor horchata que hemos probado en toda la provincia de Barcelona.
Todo eso fue la primera vez que vinimos, y por supuesto ha habido una segunda en la que nos han acompañado unos amigos. Una suerte porque así hemos podido compartir y probar más platos.
La sopa de pata de ternera simplemente es espectacular, al igual que la crema de pescado. A mi particularmente me han fascinado las enchiladas (nada que ver con el platillo mexicano), una base de tortilla de maíz frita, con frijoles, aguacate, encurtido, huevo, y ternera. ¡Brutales!
También muy buenos los pasteles de carne (muy parecidos a las empanadas colombianas).
De postre hemos probado los Nuegados de Yuca con panelita, una especie de buñuelos de yuca que son realmente un vicio, y las sorprendentes empanadas de plátano maduro con frijoles.
En fin, si quieres conocer la gastronomía de este país tan chiquito pero gigante en cocina, este restaurante es una gran opción, además de buenísimo y casero, tienen muy buenos precios y el trato es educado, respetuoso y agradable.
¡Volveremos! ¡Muchas gracias!