Eduardo Fernandez Ruiz
Mala experiencia.
Viernes por la tarde. Voy a recoger una furgoneta grande reservada hace semanas para una mudanza.
A la hora del papeleo sin problema, tan sólo me extraña que se me ofrece ampliar la coberturas del seguro a un todo riesgo por 42 € diarios. A ese precio me sale más caro el seguro que el alquiler de cuatro días contratado, así que digo que no. Digo que si a las coberturas por daños personales.
Me entregan una furgoneta llena de golpes y arañazos, que reviso con cuidado, de manera que hay que añadir varios que no estaban incluidos, a parte de que la llave no tiene pila y la puerta lateral hay que abrirla desde el puesto del conductor. Una joya vamos, así que digo que si no hay otra y me dicen que no, con todo programado para hacer la mudanza no queda otra que pasar por el aro (mala idea).
La mala suerte lleva a una rotura de luna delantera. Cuando uno se lee los papeles resulta que existe una cobertura opcional de lunas y ruedas que no se me ha ofrecido y que cuando se lo comento a la señorita que me atendió me dice que lo tendrá en cuenta para la próxima vez, que este vez la luna la pago yo. (Dicha cobertura vale 9€ por día).
Vamos, que ya sé qué compañía no volveré a elegir ni recomendar.