Francisco Aguado Peñanieto de Silva
EL PEOR COLEGIO DE HUELVA. SUFRÍ BULLYING.
O al menos así lo fue cuando yo estudié en el durante los 90.
Por qué?
- Muchos de sus profesores no tenían el nivel adecuado para impartir materia y el seguimiento de evaluación no era el adecuado.
- Había disgregación entre clases sociales, alumnos de barrios cercanos (Orden, Santa Marta, etc) no podían mezclarse en la misma clase con alumnos pertenecientes a otras áreas de Huelva como la zona centro y si pedías el cambio de grupo te lo denegaban.
- Todas las mañanas había que rezar en fila y si llegabas tarde te castigaban.
- El uniforme si un día no llevabas las zapatillas que no le gustaba al profesor de gimnasia te lo recriminaba, tenían que ser de un tipo concreto.
- Pasábamos frío en las aulas al no disponer de calefacción en mi época, teníamos que estudiar con el chaquetón puesto.
PERO LO PEOR Y EL TEMA MÁS IMPORTANTE QUE ME AMARGO MIS AÑOS EN AQUEL INFIERNO BAJANDO MI RENDIMIENTO ACADÉMICO FUE EL BULLYING QUE SUFRÍ.
En mi clase había una serie de individuos que si no le hacías la pelota o aceptaba su mandato te hacían la vida imposible e incluso intentando caer bien si te tocaba, te tocaba y toda la clase consistía en hacerte la vida imposible.
Todos los días sufría insultos, motes, collejas, me escupían en la cara, me humillaban, me decían que no valía nada, se metían con mi físico, me pegaban, llamaban a mi casa insultando etc. Recuerdo un día como entre unos cuantos de estos individuos me cogieron, me tiraron al suelo sentándose encima y pegándome o como manipulaban a toda la clase para que se rieran de mí.
Los profesores pasaban del tema o no se daban cuenta, a parte de que estos individuos sabían cuando hacer daño sin que nadie los viese, cuando el profesor no miraba, entre descanso y descanso de clase, en los recreos, cuando iba al colegio y me cogían por el camino.
Incluso fueron a hablar mis padres un día cuando ya no pude más y le conté todo pero no se lo tomaron muy en serio en la dirección porque encima luego era cobarde y ellos ni eran expulsados, ni castigados, ni nada. Pedí el cambio de grupo y me lo denegaron, me tenía que aguantar en aquel infierno de clase porque la dirección no decía, porque como vivían en otras zonas de Huelva para hacer trabajos o hacer compañerismo era peor... PEOR? Si nunca tuve amigos en ese colegio!!! Y si tenía amistad con otros del otro grupo que te respetaban y te sentías persona.
Hasta que no salí de aquel infierno no empecé a ser feliz y a tener compañerismo y amistades de verdad, justamente en los institutos públicos, donde incluso el más golfo te respetaba y te hacía sentir un ser humano.
Hoy gracias a dios ya soy una persona, que pudo recuperar su rendimiento académico, terminar una carrera y crecer como persona, pero la espina de aquellos malos años de colegio te marca y es una pena que no tenga esos bonitos recuerdos de niño y de los compañeros que muchas personas guardan toda la vida, para mi eso no existe por desgracia, todo lo bueno empezó cuando salí de allí y les dije a todos que no me verían nunca más, me sentí libre.
Quizás si el profesorado hubiese controlado más este tema, la dirección hubiese tomado medidas serias, me hubiesen cambiado de grupo o hubiesen puesto más control y enseñanza sobre acoso escolar en el colegio hoy ese recuerdo fuese positivo, pero visto lo visto no puedo dar otra valoración a dicho colegio, lo siento.
A lo mejor ya ha mejorado, pero en mi época ya me habéis leído.
Yo nunca metería ahí a mis hijos, eso lo tengo claro.