Cristina Cano Polo
Veraneamos en Matalascañas desde hace años y siempre hemos comprado en esta tienda. No tienen ni idea de cómo tratar con el cliente. Hemos querido comprar unos muebles, nos han comentado que el porte se podría hacer el día siguiente pero que se tendría que abonar una señal. El problema viene de la insistencia y los malos modos de la dependienta, repitiendo en varias ocasiones que había que dejar una señal. Mi madre le ha dicho que no había problema pero que iba a hacer unos recados y volvía. Ella no se había llevado nada con lo cual es lógico que dejes de insistir cuando el cliente simplemente te está diciendo que vuelve enseguida. Al volver, y de muy malos modos la chica le dice que ya el porte no sería hasta la semana que viene, que ya se había cargado el camión. Ella pretendía que nos creyéramos que a las 11 de la mañana se había cargado un camión para hacer un porte al día siguiente...y que en cualquier caso nadie nos había informado que a partir de cierta hora no sería posible hacer el porte al día siguiente,
claramente no le sentó nada bien que no se pagará la señal en el momento que ella dijo y fue U forma de "castigar" al cliente. Hay que ser infinitamente torpe para tratar así al público, cuando hay mucha competencia alrededor.