Amalis Riera
Mi cuñada me regaló un reloj O'Clock de la única tienda O'Bag que hay en Ibiza, en Navidades 2016.
Apenas lo he usado y en julio de 2017 (o sea que hacía unos 6 meses que lo tenía), al querer ponérmelo me di cuenta de que estaba parado.
Como vivo en el extranjero, no pude ir a la tienda de O'Bag a pedir ayuda, así que fui a comprar una pila y en la misma relojería me ayudaron a cambiarla.
Entonces vi que la aguja mayor se había desenganchado del eje central. Aunque fui a dos relojeros diferentes, ninguno pudo ayudarme, y me recomendaron traerlo a la tienda original del producto.
Es la primera vez que vuelvo a Ibiza desde entonces, y he ido derecha a la tienda de la Aveninda Ignacio Wallis para enseñarles el reloj roto.
La encargada me ha pedido ver la garantía o el ticket de compra.
Pero las garantías no son documentos prioritarios cuando se cambia de domicilio varias veces en poco tiempo. Y el ticket de compra nunca lo tuve porque fue un regalo.
Así, no pudiendo presentar el documento prueba que me piden, se han negado a hacerse cargo del reloj.
Para seguir sumando decepciones, al proponerle a la encargada de la tienda que les dejaría el producto roto para que pudiesen reciclarlo de la mejor manera posible, me ha contestado que no me moleste “porque no es responsabilidad suya”.
Valoro negativamente:
1. La calidad del producto. Al romperse sin haberlo apenas usado y con un mecanismo muy difícil de arreglar si se estropea (además, cambiar la pila de un reloj no tendría que ser tan difícil).
2. La atención al cliente. Aún entendiendo las reglas impuestas por la compañía de fábrica, la actitud y el tono de la responsable de la tienda han dejado mucho que desear.
3. La política de la compañía. Que la garantía dure dos años pero que sólo puedan re-imprimir tickets del año actual no tiene sentido. También es lamentable que no tengan ningún programa para poder reciclar sus productos, cuando sus piezas podrían ser perfectamente reutilizadas o, cuando menos, recicladas.
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During Christmas 2016, my sister-in-law gave me an O'clock watch purchased at the only O'Bag store in Ibiza.
I had barely used it when, in July 2017, I was going to wear it and I realized it had stopped. It was less than 7 months after I got it.
Since I live abroad, I couldn't go to the Ibiza O'Bag store to ask for help, so I bought a new battery and got help there and then to replace it.
That's when I realized the large needle had fallen from the central shaft. Despite visiting two different jewelries, no one could help me. I was advised to address the store where the product was originally purchased.
I hadn't returned to Ibiza until now, and I went straight to the store at Ignacio Wallis Avenue with the broken watch.
The store supervisor requested the warranty or the receipt.
But warranties aren't high priority documents when changing addresses frequently, so I didn't have it anymore. And I never had the original receipt because it was a gift.
Therefore, since I wasn't able to deliver the requested proof documents, they refused to help me with the broken watch. To my growing disappointment, when I offered the manager to drop off the broken product to be properly recycled, she told me to not bother because "it isn't my responsibility".
I am very disappointed with:
1. The product quality. It broke with very little use its mechanism makes it really difficult to fix. (In addition, changing a battery shouldn't be so challenging).
2. Customer service. Even though I understand the rules established by the manufacturer, I felt disappointed and offended by the tone and attitude of the store manager.
3. The company's policy. Products are under warranty for two years but apparently it is only possible to review purchase history at the store for the current year. I think that makes no sense. I am also appalled at the lack of recycling program, when I believe product pieces could very well be reused, or, at least, recycled.