Juan Quintana
No acabo de entender las terribles críticas a este local, sobre todo en otras web especializadas. Nuestra experiencia ha sido muy distinta. Buscábamos un sitio para comer de raciones o bocadillos bajando del Monasterio de Piedra, y, a pesar de las críticas, de las peores que he leído, decidimos venir animados por las fotos subidas y porque no vimos en la terraza a nadie con aspecto de indigestión por lo comido, insisto, vaya tela las críticas leídas.
Lo pedido: bravas, pasables nada más, no caseras y con salsa de bote, como tantas. Torreznos, soy muuuuuuy de torreznos y os puedo asegurar que los comidos ayer eran gloria, crujientes, carnosos y nada aceitosos, recién hechos. Croquetas, las que venden como caseras, de chistorra una y cabrales la otra, muy buenas, es lo que hay. Bocata pepito de lomo, sin más. Bocata Kiriko, este notablemente mejor, rico. Tostada de queso de cabra con cebolla caramelizada, pues lo que se espera, sin problema, rico. Por cierto, el pan de los bocatas, crujiente y ligero, bien. Precios, el ticket adjunto, salimos a unos 10€ por persona. Con un café y bebidas.
Atención, lo razonable con una terraza llena, bien. Si busco comer por la zona de modo informal, sin duda repetiría por calidad/precio. Ah! Y está abierto, la información al respecto no está actualizada. Esta ha sido nuestra experiencia.