Gervasio Galdon zarcos
Ubicado en el paseo marítimo de San Antonio, está este bonito y elegante restaurante. A veces es muy complicado de aparcar por la zona, sobre todo en verano. Debo de destacar el maravilloso servicio de camareros, muy profesionales, amables, simpáticos y siempre muy atentos ( de 10). Pedimos varios entrantes para compartir, los espárragos ricos y en su punto y sobre todo los mejillones con una cantidad generosa y muy sabrosos y con un sabor esquisito. Los platos principales, hay que destacar que la paella fue lo peor de la noche, sin sabor, grano duro ( le faltaban mucho para terminarse) seco y cantidad justita. ( las dos personas que lo comieron tuvieron mucha pesadez de estómago después) las carnes, tanto el solomillo como el entrecot,excesivamente grueso y se quedo el punto perfecto por fuera pero algo crudo por dentro, calidad eso sí superior y las guarniciones excelentes. La parrillada de pescado estaba muy bien presentada, con contrastes de sabores y porción amplia, aunque tenía bastante arena y un precio caro. Los postres, todos muy ricos, grandes, bien presentados y con sabor. Los precios en general algo elevados, pero menos que en otros restaurantes. Nos sentimos muy tranquilos, con ambientación de luz romántica y bien cuidados. Hay cosas que mejorar, pero volvería sin dudarlo, quizás si vais a pedir paella avisarlo en la reserva para que preparen los ingredientes con tiempo, por que dio la sensación de que le faltaba algunos ingredientes. Un detalle feo es que no nos ofrecieron ni un chupito de cortesía, sana costumbre de ibiza, después que una mesa se gaste 300€, con una media de 50€ por persona.