Eden Montenegro
Hemos decidido comer hoy en este establecimiento tras meses queriendo ir a probar. Cabe destacar que es un local muy céntrico, con un parking público a pocos metros y toda la zona de bares copas, el náutico y zona de luces de navidad. Desde el minuto uno no me he sentido cómodo por el formato del local en sí. Una persona controla las mesas desde un mostrador central al lado de una gran nevera con bebidas y una pequeña tienda de productos veganos ecológicos etc...
No tienen camareros ni sirven en las mesas, simplemente pides lo que quieres de la carta, vas a una mesa y retiras la comida en el mostrador tras ser avisado mediante un timbre electrónico.
Teníamos ganas porque nos gusta la comida vegana y los productos ecológicos pero la realidad es que nos ha decepcionado. Tuvimos que esperar muchísimo por la comida, hasta el punto de que gente que entró después de nosotros estaba terminando de comer antes de que nos avisaran para recoger la comida. Tras degustar una de las variedades de sidra ecológica ya por fin estaba todo preparado, recogemos la bandeja y nos sorprendemos con la buena presentación, foto de rigor y cuando damos el primer bocado..... la comida fría como el hielo, duchada en aceite y sabor nada agradable al paladar.
Nos fastidio porque teníamos muchas esperanzas en este local, y tras leer las magníficas reseñas teníamos unas expectativas muy grandes y no sé si es cosa de un día o que nos ha tocado a nosotros pero hemos coincidido en que será difícil volver.