Laura Bermejo
Simplemente, decepcionante
La experiencia que he tenido con ellas no ha sido buena. Me enamoré del vestido, pero, si volvería atrás, no lo compraría aquí. Primero, no cuajé bien con la persona que me atendió. No me sentí escuchada ni comprendida. El vestido es de muy buena calidad, pero la pagas y bien pagada. Aún así, no puedo quejarme de un precio que, aunque me pareció elevado, es lo que acepte. Soy una de tantas novias que tuvo que posponer su boda, y en repetidas ocasiones se me insinuó que tenía que pagar el vestido con la primera fecha prevista. Ósea, que pagase 2300 € sin tan si quiera haber visto mi vestido en mi talla. Cual fue mi sorpresa, que cuando por fin pudimos salir de casa y fui a verlo, no era la parte de arriba que había pedido. Me disgusté mucho y hablé con la encargada. Quiero dejar claro que ella me atendió de 10. Fue amable, encantadora y solventó el problema. Pero ahí no terminaron los problemas con el vestido. Pensé que, por lo menos, me pondrían un lazo o cuerdecita para aguantar la cola cuando bailase, pero no. Esto me hizo sentir muy incómoda, ya que el vestido pesaba bastante y no puede moverme bien ni disfrutar del baile a gusto. Además, creí que tendrían el detalle de ponerme un lazo azul por dentro, pero tampoco. No es su obligación, pero creo que son detalles que no cuestan nada hacer y que ilusionan y ayudan en tu día. Por último, y sin menos que menosprecie el trabajo hecho, mi madre insistió varias veces en que las mangas estaban muy metidas y no me daban soltura, yo confié en ellas para terminar de arreglarlo todo, pero el día de la boda el vestido no me terminaba de sentar y se me caía de un lado todo el rato, también me di cuenta que el cinturón estaba sobrehilado y que a un poco que tirara o me enganchara con algo se iba a caer (adjunto fotos de ello) y el encaje de la espalda esta uno al derecho y otro al revés. En definitiva, mi experiencia comprando un vestido aquí ha sido de constante sufrimiento.