Gervasio Galdon zarcos
Este restaurante ya clásico de ibiza, se merece una reseña completa, detallada y totalmente honesta. El lugar es una casa situada en una colina de estilo colonial muy bonita, bien cuidada, con parking amplio y fácil de localizar. Tiene una zona chill out preciosa para tomar un combinado, una tienda pequeña, y zonas con jardines. Puedes ver en las fotos un poco el parque y el menú. El menú, consiste en 5 pequeños entrantes que escoge el chef y un plato principal que escojes tu ( 39€ por persona). Los entrantes son sabrosos, ricos y pequeños, pero sería muy complicado comerse una ración completa de los mismos ( se harían muy pesados) No me gustó nada pero nada ( éramos 7 personas) que algunas de esas tapas no fueran individuales. POR ejemplo : una fondue de queso a compartir entre 3 es muy poco práctico e incómodo de hacer partes iguales o por ejemplo una sopa de marisco, creo que lo mínimo son raciones individualizadas. Por cierto, el pan con salsas muy rico y recomendable si vas (3.4€ por persona que puede parecer caro pero no lo es si lo comparas con lo que cobran en esta isla por pan con ali olí) los entrantes fueron atún, sopa, fondue de queso, jamón iberico, queso de cabra con base y una croqueta asiática. Todo rico pero, repito no para repetir ni ser un plato grande. Los platos principales, son muy generosos, bien presentados y de calidad acorde al precio. Solomillo al punto con verduras, pato genial, pescado excelente etc.. Los platos principales, repito, muy generosos y muy buenos. Los camareros, muy muy agradables pero algo despistados, sobre todo al principio que el local estaba muy lleno ( tienes que reservar sí o si), había que pedir algunas cosas varias veces, se olvidaron de otras y confundieron unas cuantas. Pero, muy amigables, simpáticos y de buen humor. Los postres... Primero, se equivocaron con uno, mi amiga pidió copa de helado y le trajeron sorbete, y aunque se lo comentamos varias veces no reconocieron su error ( no lo cobraron). Pero, lo importante es por 9.5€ te esperas un postre más o menos espectacular y fueron una decepción. La sopa de chocolate blanco sabía demasiado a yogur, el sorbete de cactus sabía más bien a agua, el brownie demasiado pequeño duro y sin sabor a chocolate... No recomiendo los postres, mejor opta por un combinado o un cockteil. Y para mi lo peor de todo... El sablazo doloroso de las bebidas! No puedo entender, que cobren 7.5€ por una botella de agua! El vino muy caro no hay opciones por menos de 25/30€...un café 3.8€....terrible ese aspecto. Así que la conclusión, es que si, es un lugar muy agradable, nos sentimos muy cómodos y agusto, tranquilo pero con ambiente, comida con un precio ' razonable' y bebidas tremendamente caras, que recomiendo por supuesto visitar pero no es un lugar para ir muy a menudo ya que es bastante caro y el menú no es muy variado.