Hugo Fernández
No soy capaz de hacer una reseña que se ajuste al nivel de la cena de Kiro Sushi.
La calidad de la materia prima y la maestría de Félix Jiménez hacen que cada bocado resulte una experiencia original. En cada nigiri descubres un sabor nuevo, por mucho que hayas comido anguila, carabinero, huevas de salmón, wasabi… en manos de Félix esos productos se tornan en algo novedoso al paladar, alcanzando sabores en cada uno de ellos nunca antes disfrutados. Los sutiles puntos de asado, ahumado o cocinado de Félix Jiménez son insuperables. Al igual que el del arroz, una maravilla. Tremenda la sopa. Impresionante el temaki, que elabora con un alga nori deliciosa, nada que ver con cualquiera que hayamos comido antes, que consigue directamente de una familia japonesa. Finalmente, con el tamago (tortilla japonesa) Félix confirma ser un verdadero maestro de la técnica oriental.
Por si fuese poco, su trato al cliente es exquisito y con una amabilidad y humildad impropia de un genio de su talla. La camarera que le ayuda también es muy amable y profesional. Acertó de pleno en su recomendación de un sake (Kid Junmai Daiginjo) que nos encantó y nos pareció que acompañaba realmente bien a la cena.
Nos sentimos absolutamente privilegiados por haber podido disfrutar del esfuerzo y de la genialidad de Félix Jiménez. Solamente se le puede agradecer su sacrificada vida en la que lo da todo por su clientela.