Borja Barrios
Seguramente su localización y entrada den a más de uno que pensar sobre si entrar o no.
Pero que no os engañen las apariencias, estamos hablando de uno de los mejores ramens de Madrid.
Destaquemos la atención y amabilidad de la gente que te atiende, que nos dejó encantados en la primera visita.
Contando con esto, es una especie de autoservicio de ramen, donde tú pides tu opción, te la cocinan en el momento y más tarde bajas a por ella.
Mencionar que antes el local era pequeño y se llenaba enseguida, incluso había problemas para reservar, pero en la última visita pudimos apreciar que lo han ampliado!
En lo que respecta a la comida, puedes pedir las cosas por separado o optar por sus menús.
Estos vienen compuestos de un ramen o tallarines, uno de los entrantes, una bebida, un yogur con cachitos de mango de postre y un cuenco de edamame. Todo esto por 15 euros o 20, depende de si queréis el ramen mediano o grande (hacedme caso cuando os digo que el mediano llena más de lo que parece).
En nuestro caso, cada uno cogió uno de los ramens diferentes aunque el entrante fue elegido al unísono y todos elegimos los takoyakis.
Todos los ramens estaban exquisitos, aunque personalmente barro para casa y me quedo con mi opción (Tonkotsu y curry).
Mencionar que la pasta es artesana hecha por ellos, y se nota, al igual que el caldo.
Los takoyakis también merecen una buena mención, ya que estaban riquísimos.
Sitio totalmente recomendado por lo que ya he dicho: es uno de los mejores sitios de ramen de Madrid.